domingo, 30 de septiembre de 2007

Conversacion...


- Perdón. Puedo sentarme aquí, contigo, a terminar esta cerveza?

- Si, claro.

- Mi nombre es Alejandro.

- Ah.

- Alejandro Barquero.

- Está bien. Yo soy Estela.

- Estaba en el otro extremo del café. No sé. Te vi tan sola.

- Me gusta estar sola.

- Siempre?

- No, siempre no. Hay días. No te ocurre que de pronto te vienen ganas de hacer balance contigo mismo?

- A veces. Pero por lo general de noche. Mi problema es que padezco de insomnio.

- De noche prefiero dormir.

- Yo también. Pero no siempre puedo.

- Mala conciencia?

- No. Acaso tengo aspecto de delincuente o de violador?

- De violador, no.

- De delincuente?

- Vaya una a saber. No hace diez años que nos conocemos, sino cinco minutos.

- Siempre estás así, a la defensiva?

- Hay que cuidarse.

- Venís a menudo a este café?

- Dos o tres veces por semana.

- Trabajás por aquí cerca?.

- Si el interrogatorio va a continuar de esta guisa, reclamo la presencia de mi abogado.

- De esta guisa? Qué léxico! Me gusta que tengas sentido del humor.

- Y vos qué hacés?

- Traduzco.

- Del inglés?

- También del inglés. Pero sobre todo del francés y del italiano. Y además soy soltero en español.

- Me hacés confidencias para que yo te haga las mías?

- No sabía que la soltería era una confidencia. Más bien creía que era un estado civil.

- Yo no soy soltera. Estoy separada.

- Y qué tal?

- Qué tal qué?

- Cómo te sentís con el nuevo estado?

- No tan nuevo. Hace un año que me separé. Ahora ya me acostumbré, pero al principio fue duro.

- No te pregunto si vivís sola, porque vas a pegar la espantada.

- Por qué? Vivo sola, claro.

- Y tu familia?

- Me queda poca. Mi vieja vive en Brasil, con mi hermano. Mi viejo se quedó en un infarto. Tengo una hermana, casada con un gringo, que reside en Los Angeles. Y se acabó.

- Qué hora es?

- Las seis y veinte.

- Caramba. Tenía que estar a las seis en el Centro. Pero no importa. Total, ya no llego. Ni en Taxi. Lo que pasa es que mi reloj está perezoso. Ves que marca las cinco y diez? Además, no he perdido el tiempo. Me gustó conocerte.

- Conocerme? Mucho no hemos hablado.

- Lo suficiente. Y una relación no sólo se construye con palabras. También hablan los ojos, no?

- Ajá. Y se puede saber que te dijeron mis ojos?

- Reservado.

- Te gusta el cachondeo eh?

- Me gusta pasarla bien.

- A costa de esta servidora.

- Se puede saber qué edad tenés?

- No se puede.

- Representás veintitrés.

- Frío, frío.

- Yo tengo veinticinco.

- Pues representás veinticuatro y medio.

- Esta vez te haré una pregunta que requiere una respuesta franca.

- Venga.

- Te caigo bien?

- En qué sentido?

- Vertical. Horizontal El que prefieras.

- Digamos que si. Aunque no se por qué.

- Te lo explico?

- No, por favor. No soporto la vanidad masculina cuando se desata espontáneamente.

- No te parece como si nos conociéramos desde hace años?

- No te suena esa pregunta como de culebrón venezolano?

- Vos contestame. Te parece o no te parece?

- Años?. No. Me parece como si nos conociéramos desde hace veintiocho minutos.

- Alguien te dijo alguna vez que irradiás una simpatía tan fuerte que a uno lo marea?

- Bueno, una vez un muchacho me dijo que mi simpatía lo emborrachaba.

- Ves? Es así nomás. Y fijate que ni siquiera te he tocado una mano.

- Ni te atrevas.

- No me das permiso?

- Claro que no. Apenas si autorizo a mi mano a tocar la tuya.

- Bárbaro.

- Tenés una piel suave. Interesante. Se ve que nunca fuiste obrero.

- Y esa cicatriz en la muñeca?

- Ah si. Con ese detalle ya lo sabés todo de esta joven marquesa. Hace dos años intenté matarme.

- Y qué pasó?

- Me salvaron. Unas vecinas. Lo bien que hicieron. Estoy contenta de seguir vivita y coleando.

- Mal de amores? - No. Falta de amores. Vacío de amores.

- Droga quizá?

- Nada de eso. Ni siquiera fumo. Casi no tomo alcohol. Vos nunca quisiste suicidarte?

- Soy demasiado pelotudo para tomar una decisión tan laboriosa.

- Ya me dijiste que sos soltero en español. Pero tenés mujer, compañera, amante o noviecita?

- Nada, mi niña. Llevo tres meses y medio de virginidad sabática.

- Entonces voy a hacerte una confesión que confío aprecies en toda su buena fe.

- Así será.

- Y en toda su inocencia.

- Soy todo orejas.

- Quizá te parezca extraño, pero tengo ganas de verte desnudo.



Del Señor Mario Benedetti...


Y mientras me termino esta cerveza pensando como puedo hacer para decirte que quiero verte... Vestido, Desnudo...


:::...Brindo Por Nosotros...:::

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amo esa conversacion!

Gracias por compartir sonrisas compañerita de barrio...es usted bonita eh...