martes, 5 de febrero de 2008

Al menos dame Utopías, pasame tus causas perdidas...





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Amberes



Utopía




"Las aventuras del Nuevo Mundo hacen hervir las tabernas de este puerto flamenco. Una noche de verano, frente a los muelles, Tomás Moro conoce o inventa a Rafael Hithloday, marinero de las naves de Américo Vespucio, que dice que ha descubierto la isla de Utopía en alguna costa de América.

Cuenta el navegante que en Utopía no existe el dinero ni la propiedad privada. Allí se fomenta el desprecio por el oro y el consumo superflúo y nadie viste con ostentación. Cada cual entrega a los almacenes públicos el fruto de su trabajo y libremente recoge lo que necesita. Se planifica la economía. No hay acaparamiento, que es el hijo del temor, ni se conoce el hambre. El pueblo elige al príncipe y el pueblo puede deponerlo; también elige a los sacerdotes. Los habitantes de Utopía abominan la guerra y sus honores, aunque defiende ferozmente sus fronteras. Profesan su religión que no ofende la razón y que rechaza las mortificaciones inútiles y las conversiones forzosas. Las leyes permiten el divorcio pero castigan severamente las traiciones conyugales, y obligan a trabajar seis horas por día. Se comparte el trabajo y el descanso; se comparte la mesa. La comunidad se hace cargo de los niños mientras sus padres están ocupados. Los enfermos reciben trato de privilegio; la eutanasia evita las largas agonías dolorosas. Los jardines y las huertas ocupan el mayor espacio y en todas partes suena la música."




De Memorias del fuego, Primera parte "Los Nacimientos". Eduardo Galeano












Brindemos por una Utopía en Argentina, en el mundo, brindemos por personas que comparten estos sueños...



Hoy brindo por ustedes, por Utopías, por lugares así...





.Brindo Por Nosotros.

1 comentario:

yo mismo dijo...

precioso fragmento. las ideas de tomás moro siempre me sorprendieron cuando estudiaba su obra en el instituto. galeano después me llamó la atención después de un concierto. hoy eres tú la que nos trae utopías... gracias por pensar que otro mundo es posible aún. yo tampoco pierdo la esperanza.

un beso, amiga.

(siento no poder venir más a menudo, pero sabes que los exámenes acaban con la capacidad de los estudiantes para hacer otras cosas)