Intento escribir algo coherente, borro, escribo, borro, escribo, borro.
Quiero mezclar en un solo texto mi soledad, mi "carrera", mis pensamientos, meditaciones, mas soledades, mas meditaciones, alguna que otra teletransportacion y todo lo que pasa en mi cabeza en este momento.
Quiero hablar de mi miedo a hablar, a decir cosas coherentes, a perder el miedo a asustar a la gente con mis pensamientos.
Quisiera poder contar que me siento feliz, pero a la vez me inunda un terrible espanto a esta soledad relativamente nueva, a este silencio, al encuentro del tercer tipo que practico conmigo.
De estas ganas de que me abracen fuerte cuando vuelvo de la facultad, de querer mirar esa pelicula agarrada de la mano.
Y que a la vez este encuentro conmigo se esta haciendo cada vez mas placentero, mas amable, mas condescendiente. Siempre llego donde tengo que llegar y cuando tengo ganas.
Y vos, vos que te apareces de maneras tan distintas, tan errantes, tan otoñales. Vos que me llegas como una ola, me arrastras hacia adentro, me pegas fuerte, me calas hondo y te volves a ir. Vos, ese no se quien a quien le escribo.
Y todo eso fusionado con lo bizarro de mi carrera, llegar a la clase de Huerta y Jardineria tomando mates y aprendiendo como usar una azada y despues correr porque no llego a la clase de Anatomia y aprenderme las apofisis estiloides, las diafisis, las...
Y estas vacunas de mierda que no me dejan mover los brazos, que me dan sed y fiebre, que duran una semana, y despues otra el proximo mes... No se porque, pero me hacen pensar. Tal vez es una razon para que sientan misericordia de mi, para que estas alas cansadas de aletear sin vuelo aparente descansen en el respaldo de una silla de bar. Y para que alguien se apiade de un dolor mas grande que el de un pinchazo, y trate aunque sea en la lejania de cuidarme.
En fin, todas esas cosas, todo en mi cabeza, todo dando vueltas, todo saltando en mi alma cual cama elastica, y me doblo y desdoblo, y aprendo a convivir con lo que queda de mi.
Y estoy desnudando mi alma quien sabe porque... Tal vez esta noche tome demasiado, tal vez este no es mi mejor dia o simplemente mis dedos se apoderaron de mi.
Vaya! maldita teletransportacion! Ahora mi cerebro(mejor dicho "mi alma", mi cerebro nunca supo todas estas cosas), esta en mis dedos y no lo puedo controlar...
Esta noche, despues de algun que otro brindis, levanto mi copa y brindo por el que tenga la paciencia de leerme. Brindo por vos, que estas ahi, y por vos que no estas.
.Brindo Por Nosotros.
• y afuera llueve (cae polen nazi)
Hace 12 años.
8 comentarios:
y aquí llega esta amiga, lejana e ignota, que no sabe bién qué hacer para colgar de nuevo las alas en tu espalda, pero que quisiera poder cruzar el río y abrazarte. No faltará oportunidad. Levanto mi copa yo también por los sincericidios.
dejar que el alma hable, que diga todo lo que tenga que decir, el medio por le cual lo haga, eso no importa, desagotar la cabeza, hasta que uno pese cada día un poco menos... y tratar de poco a poco, llenarnos la vida de cosas que nos hacen bien...
jor... yo levanto mi copa con vos... y en un chin chin te digo... brindemos por todos los que están... y los que no están... que hagan su brindis solos...
beso!... como siempre... todo demasiado lindo por acá...
aca estoy, da gusto leer tanta katarsis, ja, es como escucharse a uno mismo mamarrachando borradores, limando y limando tanto aspero hasta que de tanto pulir el sol brille en el cristal de un brindis
besos poeta
venga amiga, la invito por el paraná: se me viene hasta rosario, que nos vamos de parranda por los bares!
la espero!!un beso
uia, te gusta garcía marquez y conocés a tenacious D.
me quedo en este blog!!
besos!
brindo por ti, yo también. ojalá fueran más comunes estos sincericidios. ojalá mi alma se apoderara de mis dedos y mis sensaciones extrañas, mis palabras huecas, mis balas perdidas pudieran salir y ser leídas. tú hablaste de ti... encantado de estar aquí para leerte.
un beso desde el sur del norte, amiga.
Un alma que habla, que se apodera de los dedos, que se adueña de las palabras y de los momentos, es peligrosa. Pero más peligroso es no dejarla ser de vez en cuando.
A todos nos viene bien una cuota de sincericidio de vez en cuando.
Brindo con vos! Por más confesiones (des)controladas!
Besos!
Yo brindo por tí y tus dedos que no puedes ( o no debes controlar) por ese desdoblamiento por esa felicidad cargada de miedo hacia la nueva soledad y por ese a quien escribes que seguro un día echará abajo tu puerta.
Y brindo por tu sincericidad porque me ayuda a comprenderme un poquito mejor.
Un abrazo.
Regina
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