Tu boca, mi boca… Tus manos en mi espalda mientras tu saliva recorre la mía
Con el gusto de las dos pitadas que le diste al cigarrillo.
El vino nos acompaña en esta celebración, en este momento de huida.
Nuestros cuerpos en un lenguaje corporal digno de fotografías, Se entrelazan, se enredan, se superponen… Tus manos, mis manos… Los cuerpos se mezclan, se hacen uno solo.
Y en esa confusión tus ojos… Los míos… Y la ciudad… Esa danza interminable…
Tus labios en mi espalda, Los abrazos del después…
Nuestras manos se aprietan, fuerte,
Nuestros besos ahora tienen el gusto del vino, Ese que usamos para calmar la sed, aplacar el cansancio. Placentero cansancio… Que cierra tus ojos. Y acaricio tus manos, tus brazos...
Y nuestros cuerpos ahora se entrelazan entre somnolencias. Entre los espasmos corporales del inicio del letargo. Y pensamos porque este sueño se termina dentro de dos horas, Porque nos conocimos ese día, porque soñamos juntos… La ciudad se ve hermosa esta noche, desde tu octavo piso… La ciudad, tus manos, tu pelo, tu respiración y el vaho en el cristal. Las campanas de la iglesia me despiertan, te despiertan. Tus manos, mis manos, se agazapan, se sellan… Como si eso impidiera que me tenga que ir, Como si eso congelara el tiempo. Y lo hace…
Te beso por última vez, te abrazo, me espera el taxi en la puerta, Y en el ascensor, los miedos de no verte aparecen, paralizan… Me subo al auto, miro tu departamento, una mirada me sirve de despedida… Y el miedo, de dormir sin vos, sigue congelando…
Y ahora, imaginándome a tu lado…Sueño con ese día en el que nuestras bocas, se encuentren nuevamente. Ese día en que yo raje tu tierra, Y vos eclipses mi universo…
(Escrito una madrugada de Septiembre de 2006)
.Brindo Por Nosotros.
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