" Sintió en su boca el suave olor de la fiebre y lo aspiro como si quisiera llenarse de las intimidades de su cuerpo. Y en ese momento se imaginó que ya llevaba muchos años en su casa y que se estaba muriendo. De pronto tuvo la clara sensación que no podría sobrevivir a la muerte de ella. Se acostaría a su lado y querría morir con ella. Conmovido por esa imagen hundió en ese momento la cara en la almohada junto a la cabeza de ella y permaneció así durante mucho tiempo.... Y le dio pena que en una situación como aquella, en la que un hombre de verdad sería capaz de tomar inmediatamente una decisión, él dudase, privando así de su significado al momento mas hermoso que había vivido jamas (estaba arrodillado junto a su cama y pensaba que no podría sobrevivir a su muerte).Se enfadó consigo mismo, pero luego se le ocurrió que en realidad era bastante natural que no supiera que quería: El hombre nunca puede saber que debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores.No existe posibilidad alguna de comprobar cual de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero que valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro."
(De "La insoportable levedad del ser")
Quiso cantar, cantar para olvidar su vida verdadera de mentiras y recordar su mentirosa vida de verdades.
(De Epitafio para un poeta)
Julio Cortazar
"Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el noaceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerariomisterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba. En suma, desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas."
Cuando uno se enamora las cuadrillas del tiempo hacen escala en el olvido la desdicha se llena de milagros el miedo se convierte en osadía y la muerte no sale de su cueva enamorarse es un presagio gratis una ventana abierta al árbol nuevo una proeza de los sentimientos una bonanza casi insoportable y un ejercicio contra el infortunio por el contrario desenamorarse es ver el cuerpo como es y no como la otra mirada lo inventaba es regresar más pobre al viejo enigma y dar con la tristeza en el espejo.
(De Enamorarse y no)
Sierva María no entendió nunca qué fue de Cayetano Delaura, por qué no volvió con su cesta de primores de los portales y sus noches insaciables. El 29 de mayo, sin alientos para más, volvió a soñar con la ventana de un campo nevado, donde Cayetano Delaura no estaba ni volvería a estar nunca. Tenía en el regazo un racimo de uvas doradas que volvían a retoñar tan pronto como se las comía. Pero esta vez no las arrancaba una por una, sino de dos en dos, sin respirar apenas por las ansias de ganarle al racimo hasta la última uva. La guardiana que entró a prepararla para la sexta sesión de exorcismos la encontró muerta de amor en la cama con los ojos radiantes y la piel de recién nacida. Los troncos de los cabellos le brotaban como burbujas en el cráneo rapado, y se les veía crecer.
"Del amor y otros demonios"
No te quiero sino porque te quiero y de quererte a no quererte llego y de esperarte cuando no te espero pasa mi corazón del frío al fuego.
Te quiero sólo porque a ti te quiero, te odio sin fin, y odiándote te ruego, y la medida de mi amor viajero es no verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de enero, su rayo cruel, mi corazón entero, robándome la llave del sosiego
En esta historia sólo yo me muero y moriré de amor porque te quiero, porque te quiero, amor, a sangre y fuego
VISITA
No estoy. No la conozco. No quiero conocerla. Me repugna lo hueco, la afición al misterio, el culto a la ceniza, a cuanto se disgrega. Jamás he mantenido contacto con lo inerte. Si de algo he renegado es de la indiferencia. No aspiro a transmutarme, ni me tienta el reposo. Todavía me intrigan el absurdo, la gracia. No estoy para lo inmóvil, para lo inhabitado.
Recuerdo, como si fuera ayer, las tardes en la casa de mi abuela,
jugando con los aritos, pulseras y collares de mis tías, mientras ellas dormían la siesta...
Esa casa que me parecía gigante, verlo a mi abuelo jugar a las bochas,
en la cancha que estaba en el patio y que siempre me dejaran tirar el bochín.
Al nono Schiner y al Nuchi jugar con mi abuelo, al nono de la pipa, y todos los amigos de mi abu Temo.
Del día que me corté la espalda con las chapas de la cancha de bochas,
o de la vez que se me cayó la pileta de hormigón en las piernas,
del cementerio de lombrices, de José María, de las bicicletas, de las plantas de limón, de las casas grandes, de la siesta, de las calles, del pueblo, de mis sueños, de mis miedos, de las noches, de los días...
De cuando cazaron a la comadreja antes de que entre al gallinero, y mi primo y mi abuelo arriba de los techos con las escopetas, y yo escondida trás la puerta.
De los viajes en bicicleta al centro de la ciudad, de cuando en el quiosco, mi abuela me daba a escondidas una gomilona antes de la comida, sin decirle a nadie para que no nos reten.
De jugar en el galpón con las herramientas, como si fuese una travesía.
De darle de comer a los pollitos y del terror que me daba cuando salía el gallo del gallinero.
De mi abuelo, y de lo que era mi abuela, de lo que ya no es, de esas cosas que extraño, que me parecen que fuera ayer...
De los días y las noches, de mi pueblo, de San Carlos y sus calles rectas, y de lo que hoy ya no es. Pronto no habrá casa de la infancia para mi, y he crecido sin fotos que lo recuerden.
Está mi memoria y la dulce despedida que hoy hice con la mirada, como queriéndome guardar cada juego, cada historia en el corazón, en un baúl viejo y acartonado, en el fondo del placard.
Todo sigue quedando en mi dulce memoria, los aromas, los vientos, los sonidos.
Sigo siendo esa niña, sigo jugando en la cancha de bochas, sigo haciéndoles un cementerio a las lombrices, sigo corriendo hacia la heladería. Todo queda en mi, con un halo de nostalgia, pero en mí.
Hermoso lo que escribiste. Entiendo ese sentimiento, me invadió hace unos meses cuando vendimos la casa de mi abuela... Por dios, cuánta nostalgia junta, si casi no cabía en mi.
la nostalgia también viene a mí en estos días de familia y amor. hoy ya es 31, último día del año, parece que te has tomado unas pequeñas vacaciones, merecidas, seguro.
espero que tengas un muy feliz 2008 y que se la diosa de las letras siga inspirándote como lo ha hecho en 2007.
2 comentarios:
Hermoso lo que escribiste.
Entiendo ese sentimiento, me invadió hace unos meses cuando vendimos la casa de mi abuela... Por dios, cuánta nostalgia junta, si casi no cabía en mi.
Saludos
la nostalgia también viene a mí en estos días de familia y amor. hoy ya es 31, último día del año, parece que te has tomado unas pequeñas vacaciones, merecidas, seguro.
espero que tengas un muy feliz 2008 y que se la diosa de las letras siga inspirándote como lo ha hecho en 2007.
un beso, salud y paz, amiga :)
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